Por David Awad V.
Por décadas, la figura de Agustín Lara ha estado envuelta en una neblina densa de talento, misterio y mito.
El llamado Músico Poeta, creador de himnos románticos como Solamente una vez y María Bonita, también ha sido protagonista de una de las anécdotas más comentadas —y menos comprobadas— del folclore musical mexicano: su supuesta relación con la marihuana como musa creativa.
Según el artículo “Agustín Lara y el Humo Verde”, en una ocasión un reportero le preguntó si era verdad que la marihuana lo inspiraba a componer. Lara, sin decir mucho, habría encendido un cigarro de cannabis, lo extendió al periodista y le dijo: “Ahora componga usted algo”. Una escena que parece salida de un guion cinematográfico, más que de una entrevista real, pero que encapsula perfectamente el tipo de leyenda que Lara cultivó tanto como su obra.
Y aunque su historia personal está salpicada de excesos, bohemia y noches eternas en casas de citas, lo cierto es que no existen pruebas concluyentes de que el Flaco de Oro haya consumido marihuana de forma habitual. Ni sus esposas, ni amigos cercanos como Renato Leduc, ni su círculo artístico más íntimo confirmaron jamás esa parte de la leyenda. Pero, como suele ocurrir, cuando el mito es más atractivo que la realidad, termina por imponerse.
Lo interesante de esta anécdota es que abre la puerta para discutir un tema que sigue vigente y cargado de prejuicios: la marihuana, su uso y su percepción social. En la época de Lara, la cannabis era considerada una droga marginal, asociada con la pobreza, los soldados, y los sectores más olvidados de la sociedad. De ahí su estigma. De ahí su prohibición.
Pero el tiempo ha pasado, y con él también ha evolucionado la mirada hacia esta planta. Hoy se sabe que el cannabidiol (CBD), uno de sus principales componentes, tiene aplicaciones médicas comprobadas. En México, el caso de la niña Grace Elizalde —quien logró reducir drásticamente sus convulsiones gracias a un tratamiento con derivados de marihuana— marcó un antes y un después en la lucha por su legalización con fines medicinales.
Actualmente, la marihuana medicinal es usada en el tratamiento de enfermedades como:
- Epilepsia
- Cáncer
- Glaucoma
- Esclerosis lateral amiotrófica
- Alzheimer
- Ansiedad y trastornos del sueño
- Asma bronquial
- Isquemia cerebral
Y aunque en México ya es legal portar hasta cinco gramos para uso personal y se permite su cultivo con fines científicos y médicos, la aplicación de estas reformas sigue siendo ambigua, y muchas personas —especialmente mujeres jóvenes— continúan en prisión por posesión. Un reflejo claro de que aún existe una brecha enorme entre la ley, la práctica y el entendimiento social.
Volviendo a Agustín Lara, tal vez nunca sepamos si en verdad “el humo verde” fue parte de su proceso creativo o solo una broma provocadora. Lo que sí sabemos es que su música, como su leyenda, sigue viva. Y si algo nos enseña este mito es que la creatividad no se fuma ni se inyecta: nace del corazón… y a veces, también, del caos.
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