jueves, 28 de mayo de 2020

MAICAO, GÉNESIS HISTÓRICA



Por: MANUEL PALACIO TILLER

Un 20 de mayo de 1918, funcionarios del Censo Nacional de Colombia y de la Comisaria Especial de La Guajira, formalizaron la existencia de un caserío, llamándolo MAICAO, para facilitar la información del consolidado del conteo y hacerlo sitio de suministro de datos y cabecera territorial.

1. CENSOS EN COLOMBIA

En los inicios del siglo XX, la única tentativa para levantamiento del Censo Nacional, tuvo lugar en 1905. Se buscaba un resultado práctico del cómputo de los habitantes del país con las clasificaciones necesarias para los estudios sociales y económicos, que todo gobierno necesita para atender las necesidades de la nación y, con conocimiento de causa, solucionar sus problemas de conformidad con los planes políticos. En ejecución de la Ley 02 de 1911 y en ejercicio de la potestad reglamentaria constitucional contemplan el Decreto 813 del mismo año, y crea la Junta Central del Censo Nacional y fija el 4 de marzo de 1912 para celebrarlo en todo el país; esta fecha se adelanta para el 15 de febrero del año mencionado. Para ese censo se adscribe a la Comisaria de La Guajira al Departamento del Magdalena.

- En el empadronamiento o listado de vecinos no aparece el nombre de Maicao como ranchería alguna, menos como corregimiento, indicando con esto, no existir o por lo menos se ignoraba su existencia real.

• Cinco años después, el Presidente de la República de Colombia, en cumplimiento de la Ley 067 de 1917, dispuso y decreta la ejecución del Censo Civil, por medio del Decreto 351 de 1918. La Comisaria de La Guajira nuevamente se adscribe al Departamento del Magdalena. La Dirección General de Estadística, órgano Rector, dicta disposiciones generales pertinentes para el levantamiento del Censo a las Tribus indígenas y de los Lazaretos de la República. En el consolidado o cómputo de vecinos inscritos en dicho censo celebrado el 20 de mayo de 1918, aparece por primera vez en Colombia el nombre de Maicao en el idioma castellano.

- Los funcionarios del Censo de conformidad con las disposiciones adecuadas para los indígenas, encuentran dificultades en los indios guajiros de hábitat esparcidos, que hace a los funcionarios nacionales y regionales recurrir al Decreto Comisarial número 15 de 1912, en condición de apoyo por analogía, que a la letra dice: “Todo caserío que respecto de otro esté a distancia no menor de diez a veinte cuadras, se considerara incluido como parte de un solo caserío”. Con esta aplicación por vía de analogía del protocolo se superó aquella dificultad y formaron un lugar que sirviera de epicentro del Censo y de cabecera territorial, ya solicitada por el Comisario Juan Manuel Iguaran por la importancia de esta región en la Baja Guajira debido a las migraciones recurrentes a ella.

- El profesor y licenciado Miguel Ortega Medina, en su libro “Maicao, poblamiento y frontera”, destaca el acontecimiento del censo de 1918, la formación y formalización de Maicao y por ende la importancia de ese lugar y el auge de esa región donde se hizo el asentamiento.

- El lugar estaba habitado por indios mestizos y criollos, que hizo posible la creación de un punto de dato con las rancherías próximas y de esa manera acumular el conteo de los informes provenientes de las rancherías del entorno de aquella otra ranchería donde habían llegado los primeros desplazados donde habitaba el indígena principal Walepa Apushana en Wosocorrolijunay y pernoctaba en época de lluvia en Wirrumana.


2. Es de suponer, por tales consideraciones, el escritor guajiro Antonio J. López, conocido como “Briscol”, dice de Maicao, en su libro “Los Dolores de una raza”: una población diseminada dentro de un perímetro de 20 Km2, sobre la tersa superficie de la sabana abierta”, menciona veintitrés rancherías en el cuadro de los puntos cardinales, entre las cuales, existen todavía: Majayutpana, Shorolhoma, Kasichi por el Norte; Moju´upay, Wosocorrolijunay, Mechenay por el Sur; Marañamana, Walha Walhau, La Paz, Casutot, por el Oeste; por el Este, Causholhijunay, Uyatpana. Dice el libro, que eran habitadas por indígenas y tres grupos de mestizos hijos de blanco venezolano, mulato colombiano y antillano negro de Aruba y Curazao.

3. El epicentro formado por el Censo de 1918 era formado por cinco rancherías cercanas geográficamente dentro del concepto del Derecho Ancestral Indígena ahora unidas bajo un solo nombre de Maicao para suministro de la información censal. Esos núcleos familiares, según el escritor Pepe Palacio Coronado en su libro “La Guajira realidad mágica” fueron las de Manuel Palacio López y su señora Pilar Fince de clan Apushana, mestiza hija de venezolano ella y sus hijos; Eleuterio Paz, conocido como Yajaira de clan Jusayu de origen venezolano al igual su señora Aminta González de clan Apushana y sus hijos; además, los hermanos de Aminta González y sus sobrinos, liderados por Luis Ángel González, todos del mismo clan Apushana y vivían en Mechenay hacia el Suroccidente. También Cristina González de clan Ipuana, viuda del cacique José Dolores líder de las victorias en la Batalla de Carazúa que liberó a La Guajira de ser entregada a Cipriano Castro Presidente de Venezuela, comprometida por los apoyos dados a los liberales. Por último, Dolores Bonivento de clan Epinayu mujer del comerciante José Domingo Boscan de ascendencia venezolana, que llegan mediante proceso de adyacencia por afinidad de parentesco territorial con Pilar Fince en Tucuracas, siendo esta igualmente hermana de Riatta Fince de clan Apushana esposa del Cacique Tupa del clan Epinayu, tío Clanil de Dolores Bonivento.

4. Para establecer el orden de llegada de los comerciantes desplazados de los puertos de Tucuracas por razón del bloqueo americano a la cuenca del Caribe a mediados de 1917 por la Primera Guerra Mundial y de Kijolu, el escritor Abel Medina Sierra, en su libro “Memoria del maíz” dice en referencia a Manuel Palacio López: “Con este colono no solo se inicia el poblamiento por indígenas mestizos y criollos de otros lugares de La Guajira y Venezuela sino que él se constituye en el primer comerciante que se estableció en este caserío de ranchos de bahareque, en el entonces irredento pero apacible oasis”. El asentamiento de este colono se ubica en la cercanía de Wuirrumana con nombre diferencial de Kataihua por estar próxima a tres arboles robustos de corteza gruesa que producía un fruto parecido a un cacao.

5.
5.1. Al tenor de este escrito, téngase como antecedente mediato, el Laudo Arbitral Español en la Litis territorial de Venezuela y Colombia, fallo proferido en 1891 por el Rey de España, sentenciando que la Republica de Colombia mantenía su soberanía sobre toda la península de La Guajira, lo que origina una lucha por el poder en las naciones en conflicto.

5.2. Ocurrida la Batalla de Carazúa en 1903, generó reubicaciones territoriales en el suelo étnico, igualmente el Pacto de Paz de Wala Walhau.

5.3. Los veranos cíclicos en la pampa Guajira originaron desplazamiento de indios ricos con sus animales de cría desde la Alta Guajira a la sabana de Anoui.

5.4. El bloqueo naval en el caribe por la armada americana a finales de la Primera Guerra Mundial en 1917que acabo con el comercio en los puertos naturales y sus practicantes buscan sitios para seguir en el ejercicio y a la vez salvar sus animales.

• Todo aquello tiene como consecuencia nuevos asentamientos en los bordes de los Montes de Oca y el confín de la Alta Guajira, entre los cuales, la formación y formalización de rancherías dispersas en caseríos, como Maicao la que tendría un destino singular entre tantas en la sabana de Anoui en Woppumuin.


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