sábado, 20 de septiembre de 2025

El Hotel Royal de Barranquilla: del lujo al abandono, entre líos laborales y promesas rotas

 


Por David Awad Virviescas

Lo que alguna vez fue uno de los hoteles más emblemáticos de Barranquilla, hoy es solo una estructura vacía y deteriorada. El Hotel Royal no solo cerró sus puertas al público, también arrastró consigo una historia de mala administración, deudas laborales y conflictos familiares.

Según relatan antiguos trabajadores y personas cercanas al caso, el declive comenzó cuando uno de los hermanos Cotes, conocido por ser parte de una reconocida familia del Caribe, cedió la operación del hotel a otro familiar. A partir de ese momento, los pagos a empleados dejaron de llegar, no se cotizaba seguridad social y las nóminas quedaron en el aire.

Ante el abandono administrativo, los trabajadores decidieron demandar. Pero como no recibían pagos y tampoco había recursos, algunos empleados comenzaron a llevarse parte del menaje del hotel como forma de compensación: aires acondicionados, colchones, televisores, utensilios… lo que fuera.

 

 


La deuda laboral creció tanto, que incluso un grupo hotelero interesado en adquirir el inmueble se echó para atrás al enterarse del conflicto legal. Los exempleados, al conocer de la negociación, exigieron que se les pagara primero con el dinero de la venta, lo que frenó el proceso.

 


Se dice que José Cotes era el administrador, pero el verdadero dueño era otro hermano, uno de los más mencionados en las canciones de Diomedes Díaz, lo que añade aún más sabor a esta historia de poder, negocios fallidos y una joya arquitectónica hoy sumida en el olvido.

El Hotel Royal permanece cerrado, cubierto de polvo, historias y demandas. Y como dicen algunos vecinos: “pa’ qué contar más, si ahí está la prueba”.


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