domingo, 17 de mayo de 2020

Periodista Amalfi Rosales denuncia hostigamientos por parte de la administración de Wilmar Vargas, alcalde Puerto Colombia



¿Peligra la libertad de prensa?

En días pasados, la periodista Amalfi  Rosales en ejercicio de su trabajo, cubrió una noticia a través de la cadena Radial La Libertad, donde involucraba al Alcalde del municipio de Puerto Colombia, Wilmar Vargas, con el caso de una mujer que se encuentra en condiciones de discapacidad por una enfermedad que le requiere atención integral del Municipio.

A pesar que el medio publicó las declaraciones del burgomaestre, la afectada salió al paso alegando que todo lo que decía el señor Vargas era falso, cosa que naturalmente no fue del agrado del Alcalde y a partir de allí, parece haberse gestado una serie de ataques y señalamientos que rayan en la injuria contra la periodista Amalfi Rosales, la Cadena Radial La Libertad, la Directora Luz Marina Esper y su sobrino Juan Carlos Esper, quien pertenece al área comercial de la empresa.

Las cosas no pararon ahí, siguieron cuando a través de la emisora de Puerto Colombia, dirigida por Ley Martín, se escucharon comentarios  mal intencionados contra el conglomerado de medios de la Cadena Radial La Libertad por parte de un periodista.

"Estos comentarios de colegas lo que hacen es desprestigiar al gremio en sí, pues qué medio no vive de pautas, y eso es legal. Pero una cosa no tiene nada que ver con la parte periodística, nosotros en la sección del periódico y la emisora somos autónomos en los temas que tratamos, me parece fuera de tono que un periodista que defienda a un mandatario no puede llamarse periodista, pues está en duda entonces su ética, uno se debe es al pueblo", expresó la periodista Amalfi Rosales.

“Ayer me dirigía a hacer un nota y la entrega de una ayuda humanitaria a otra persona que tampoco había atendido el Alcalde y cuando me detuve a comprar con mis escoltas, fui intimidada por una persona a bordo de una motocicleta sin placas, lo que obligó a uno de mis escoltas a desenfundar el arma de dotación por la forma como se mostraba el sujeto, tanto es así, que un señor que casualmente estaba en el lugar, se percató de la situación y llamó a la Policía, pero nunca llegó y el sujeto huyó en la moto".


La periodista Amalfi Rosales, ampliamente conocida en el periodismo investigativo, cuenta con un poco más de 20 años de experiencia en esa rama, ha sido corresponsal de Noticias Uno y otros medios de comunicación capitalino, escribe para la Nueva Prensa, dirigido por el periodista Gonzalo Guillén, con quien ha desarrollado importantes investigaciones, lo que le ha valida la confianza y respeto entre el gremio.

Según la comunicadora, "es inaceptable permitir que quieran atacar a la libre expresión, colocando mordazas a los medios de comunicación que es la única herramienta que tiene la ciudadanía para expresar su inconformismo, ahora cuando se ven cuestionados, no tienen otro argumento que difamar y decir que se está chantajeando sólo por informar lo que el pueblo desea decir, las necesidades son muchas, el descontento de la gente es demasiado y no porque armen un grupo de comité de aplausos, buscando la forma de desprestigiar para salirse por la tangente, jamás he vivido de políticos y jamás me le he tomado un tinto. El Diario LA LIBERTAD está en todo su derecho de hacer propuestas para buscar una pauta publicitaria, pero eso no significa que los periodistas nos tengamos que callar ante las necesidades de un pueblo y las irregularidades que viven cometiendo los políticos de turno".

El hostigamiento de que fue víctima Rosales y el supuesto atentado a los transmisores de la emisora Radio Libertad ubicada en el municipio de Sabanagrande, no pueden ser coincidencias y los ataques mediáticos por redes sociales que le ha tocado enfrentar en estos días da mucho que pensar, aunque los hechos son materia de investigación, la Fundación para la Libre Expresión 'FLIP' y Fecolper así como la ONU ya tienen conocimiento de esta situación.

Esto es solo la muestra a lo que está expuesto el periodismo investigativo en Colombia, donde una pauta publicitaria no debe amordazar la democracia y mucho menos limitar la libre expresión y el trabajo periodístico en este país.

La guerra contra el periodismo investigativo es fría y calculadora por parte de quienes  infringen la ley y no aceptan que se divulgue el accionar delictivo y engañan a un electorado que lo elige para que administre los recursos de la Nación y no para que haga fiesta con ellos.

“Es preocupante la forma recurrente utilizada para estigmatizar con falacias a los medios de comunicación en busca del desprestigio  de la actividad periodística y quienes la ejercen, pero más lamentable y vergonzoso resulta que sean precisamente quienes  ocupan cargos de elección popular los que utilizan este tipo de artimañas y amenazas contra periodistas”, indicó Adriana Hurtado, presidenta de Fecolper.


Añade que la Federación Colombiana de Periodistas sistemáticamente ha puesto en evidencia lo peligroso y el riesgo de las estigmatizaciones a comunicadores y medios, que obstruyen el trabajo periodístico y posteriormente se convierten en ataques cuando los reporteros están informando desde el lugar de los hechos.

El caso más reciente ocurrió el pasado 17 de mayo (2019), cuando los periodistas Felipe Quintero (NTN24) desde la Fiscalía General de la Nación, Tatiana Gordillo (Caracol) y Daniel Muñoz (Telemundo) desde la Cárcel La Picota, estaban haciendo un informe sobre la liberación y posterior recaptura de Jesús Santrich y fueron atacados con agua y agresiones verbales por parte de particulares que se manifestaban pidiendo la liberación del exguerrillero.

Lo más preocupante es que muchos de los ataques provienen de los mismos periodistas que, en vez de proteger la libre prensa, se prestan para atropellar a los mismos colegas y a los dueños de medios que gozan de su autonomía para ejercer un periodismo de forma diferente y dan un enfoque acorde a sus condiciones.

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