Noches de Bohemia obtuvo en exclusiva, una entrevista concedida por el Maestro Alberto Villa Payares, más conocido en el mundo artístico como "BETO VILLA", legendario Rey Vallenato en 1988.
En ameno almuerzo en uno de sus sitios preferidos de la ciudad (Narcobollo), Beto, pleno en salud y restaurado en cuerpo y espíritu gracias a Dios, nos dió a conocer detalles de su regreso al mundo artístico y experiencia de vida.
REPRODUCCIÓN ESCRITA DE LA ENTREVISTA A ALBERTO “BETO” VILLA PAYARES
Natural de Pivijay-Magdalena, nacido el 9 de mayo de 1953 bajo la unión de Alberto Villa y Rosa Payares, progenitores de quienes vive orgulloso y se engalana al memorarlos como agricultores que concentraron todo su empeño y tesón en sacarlos adelante mediante al fruto de la naturaleza, el campo. De este sacaban el sustento con el cual lograron levantaron con buenos principios y cómodamente a su familia, dejándoles como herencia; las riquezas que sólo la tierra puede darnos, el amor y cariño por prójimo.
DA
Primero que todo agradecemos a Alberto Villa Payares, Rey vallenato en la categoría Profesional en 1988 por concedernos esta entrevista en exclusiva para la Revista Noches de Bohemia y para comenzar, queremos preguntarle ¿Beto, cómo empezó su carrera en la música vallenata?
“Recuerda Beto que a la edad de 17 años su madre le regaló su primer acordeón.
Arranque en el año 1978 con mi primer trabajo discográfico, comencé haciendo cositas como intérprete, pero siempre había la inquietud de ser empresario, tener mi propio estudio.
“Al tercer disco grabado, me asocié con un señor de nombre Fredy Butrón (dueño de los almacenes discolombia), con quien hicimos un disco y fue un boom. Después construí mi propio estudio. Al tiempo, ya al rato, todas estas producciones que se hicieron del año 1992 hacia acá, la que hice con Iván Villazón, la segunda etapa con Beto Zabaleta, la hicimos en mi estudio. Lo que hacía en ese momento era captar valores, talentos y promocionarlos, se llamaba C.V.M. Records Productions- Compañía Villa Mendoza, la empresa realmente era de mis hijos, pero todo el mundo hablaba de, el estudio de Beto Villa”.
Nosotros creamos un grupo que se llamaba Los Delfines del Vallenato. En compañía del Turco Gil, nos fuimos a Valledupar y cogimos niños de 11 años, pero por problemas de salud no pude continuar, esa idea la tomo la Cacica y creo Los Niño del Vallenato, los mismos que estuvieron en la Casa Blanca. Era la forma de promover los talentos jóvenes y motivarlos.
Cogíamos a los que estaban salidos de la niñez en la etapa de adolescencia o los que estaban ya adultos como fue Jorgito Celedón quien siempre fue alguien dotado de talento, Jean Carlos Centeno
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Estimado Beto Villa ¿Cuando dejó de tocar el acordeón y cuando volvió a retomarlo e interpretar canciones?
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“En el año 2001 cuando a mi me dio la trombosis, en ese momento, mi vida profesional iba como la espuma mi hermano, era un tipo insistente en crecer profesionalmente y ya tenía grabado con Beto Zuleta una historia, con poncho Zuleta, con Iván Villazón, con Jean Carlo Centeno y quería un escalón más.
Recuerdo que me fui a los estados unidos de América, a Miami, donde investigue que había pasado en Carlos vives, que había pasado en Shakira, que había pasado en Juanes. Resulta que ellos ya habían conquistado el mercado local en Colombia, y cuando nosotros salíamos de ese mercado local, nos íbamos a Suramérica, a Venezuela que era lo más cerquita, a Perú, Ecuador y hacíamos cositas a costo propio sin ningún apoyo, mientras que ellos previamente ya habían hecho un contrato internacional con su disquera, que abarcara toda Suramérica, Estado Unidos en la frontera con México hacia habla hispana, Texas, California, todas esas partes y Europa. Entonces cuando hicieron ese contrato, la compañía ya tenía la obligación de publicar su producción en todos esos países. La sola publicación es abrir mercado porque tenían que promocionarlos”.
“Yo, detrás de eso me fui, Dios me ayudó, todavía no lo conocía, más sin embargo me ayudaba, me fui con un amigo colombiano y me presentó con el manager de Bertinos Bornes y Paulina Rubio, era un venezolano y encajamos, nos hicimos amigos. Comencé a hablar con el tipo y el hombre comenzó a hacer un reconocimiento y me mando a hacer una prueba, me dijo; tráeme una canción que contenga esto y esto, me sacó unas canciones de Paulina Rubio, de Celia Cruz, de Marck Antony, Franco de Vita y de una española que se me escapa el nombre en este momento, en fin y tomamos unos temas de aquí y me pregunto; Tú puedes interpretar en vallenato estas canciones que fueron éxitos internacionales? Le contesté, claro que sí, yo te lo hago, me vine a Colombia y le hice una muestríca, le interprete una canción de Celia Cruz que se llama -A Papá- Ese man se volvió loco con eso, se la mostró al presidente de Universal y también le gusto y me mandaron a hacer la producción completa, un total de 10 temas que aún no he publicado, entre los que se encuentra el santo cachón, la pollera colorá, las cosas nuestras. Una vez grabado todo, faltando cerca de 2 hora para ir a reclamar un cheque por un valor de 200 dólares y firmar el contrato para la publicación de eso, me dio la trombosis”.
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¿Qué pasó con la producción, se pudo llevar a cabo que sucedió?
“Quedó todo hay, no pude ir, quedo todo ahí. Algunas veces me preguntaba ¿por qué Dios permitió que me pasara esto? Después ya si lo pude entender, porque es que yo ya no podía crecer profesionalmente sin estar crecido espiritualmente. Eso me ha hecho a mí, mirar la vida de otra forma".
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